martes, abril 21, 2009

Ausencia virtual / Conexión espiritual

No escribo desde hace como 8 meses... La verdad es que el fin de año pasado fue medio agotador, entre la pega, el diplomado y el tan ansiado y planeado viaje, el tiempo para sentarme a escribir mi situación actual, era, por así decirlo, escaso.

Pero no hay mal que dure cien años, y ahora, las cosas han estado un poco más calmadas. Hace ya un mes regresé de mi precioso, hermoso y anhelado viaje a Europa, recorriendo sola y acompañada múltiples ciudades, ríos, iglesias, torreones, museos, etc etc del antiguo continente. Y no solo eso, sino que finalmente logré cruzar la barrera, ese canal hermoso que divide Europa de Asia... que es el Bósforo. Una pequeña línea divisoria, que realmente marca diferencias culturales.

Estar en un país musulmán creo que ha sido una de las grandes experiencias de mi vida, tan similar (en lo moderno de la geografía de la ciudad), pero tan ortodoxo y antiguo a la vez.
La mixtura es lo que lo hace realmente interesante, probablemente diferente a un país totalmente en el medio oriente, y bueno, bien distitno a la vez de la mayoría de los países europeos.

Turquía es el único país en el mundo que se encuentra divido en 2 continentes. Es más, Istanbul, su capital "turistica" por asi decirlo (como Río es a Brasil y N.Y. a USA) se encuentra dividida por el Bósforo, frente a lo cual resultan sus dos partes: la asiática y la europea. Media docena de puentes cruzan estas grandes cantidades de agua que se generan en esta zona, puesto que no solo el Bósforo es el canal que une el mar Negro con el Mar de Mármara, sino que se genera esta curiosa forma llamada El Cuerno de oro donde el mar ingresa unos cuantos kilómetros al interior del continente (europeo esta vez) para realizar nuevas divisiones de la ciudad.

Realmente hermoso...

Pero no podía ser eterno, y la vuelta a la realidad era inevitable... aunque fuera por un periodo breve, debía regresar. Y acá estoy, llevo 2 meses acá desde que regresé, la vida ha estado un poco loca, un poco reflexiva, un poco confusa. Pero lo cierto es que me voy. Esta vez si que es verdad, real y más certero que nunca. Mi anhelado máster espera por mí, y Barcelona también.

Se que no será fácil, que extrañaré cosas, que hecharé de menos a mi gente, mis amigos, mi familia, mi pega, mi vida. Pero quiero vivir esa nueva vida, a pesar de que a veces siento miedo o un apretujón en la guata.

Dudé, pasé un par de semanas confusas, el bichito del arrepentimiento está siempre presente, pero inhibirlo ha sido posible. No digo matarlo, porque es demasiado radical, siempre uno puede arrepentirse a último minuto, pero si me he dado cuenta de que es lo que realmente quiero para mi.

Ahora a comenzar los trámites lateros y dolorosos de los pagos, visas y demases... Luego... a la nueva vida... allá vamos.

1 comentarios:

Simona dijo...

!!!!
SIN MIEDO, HAY COSAS QUE NO VALDRÍAN LA PENA.
Vivir la vida en la seguridad absoluta debe ser fome y aburrido.

quiero ir a Turquía!

nos vemos el prox año, en alguna parte del mundo!!!