Malditos municipales

El martes manejé por última vez y me di cuenta de lo afortunada que soy al vivir cerca de mi trabajo. A las 8.30 am me encontraba camino al Juzgado de Policía Local de Recoleta a pagar mi 1º parte, sumida en un taco espantoso, sólo porque de 2 o 3 pistas, la calle se convertía en un embudo y terminaba en 1 pista llena de hoyos.

Mientras transitaba por las calles de Bellavista, antes de llegar al taco, veía lo vacías que estaban, nadie aglomerado buscando el "huequito" para estacionarse, ni el cuidador "amigo" al acecho esperando que no te vayas a arrancar sin dejarle la luquita clásica por estacionar en su territorio.

Y mientras llegaba al taco, la rabia aumentaba al acordarme de la noche del sábado, cuando los amables inspectores municipales multaron a mi pequeño vehículo, dejando en su parabrisas la clásica "infracción empadronada".

MIERDA!!!, grité cuando la vi... ahí gloriosa, sin posibilidad de no ser vista por el conductor. Porqué a mi!!!

Me doy vuelta y veo la misma autopatrulla de carabineros estacionada en el mismo lugar que estaba cuando llegué. Y eso que los pacos se acercaron. ¿Cómo no son capaces de decirme... no se estacone ahí, pensé yo...? Así que partí, con el rabo entre las piernas, asumiendo mi condoro (que no era tan grave tampoco), a preguntarles que tenía que hacer, donde tenía que ir, y preguntando que pasaba si iba antes.

Mientras leía la infracción cometida: Estacionar a menos de 10 mt. de la esquina, la carabinera bajaba su vidrio. Ahí saqué la voz de niña más dulce y tierna que pude, preguntando que tenía que hacer. La paca, se apiadó de mi, casi que me hizo nanay, y con voz tierna me dice... pero si nosotros no le hemos sacado ningún parte. Me pide el papelorio... y zas!... me mira con cara de pena... como diciendome... pobrecita, estay cagá... Me dice: ahh, estos son los municipales; tiene que ir la otra semana para que le bajen la multa. Vaya antes de la citación.

Y ahí estaba, ayer martes, en ese taco, recordando la situación. Lo peor, es que no estaba estacionada con línea amarilla, sólo que el inspector municipal ocioso, andaba quizás con huincha de medir y no estaba a los 10 mt. que estipula la ley. Para más remate, no tenía efectivo, así que le pedí a una amiga de más adelante que le pagara a la señora que me cuidaba el auto (casi todos los fines de semana me estacionaba en el mismo lugar para ir al taller de Kp). Así que aparte de los $21.331 del parte (me rebajaron un 25%), le sumamos la luca del estacionamiento, las 3 lucas de la promo, la bencina, y el mal rato>> EL CARRETE + CARO DE LA VIDA!!!

Ahora me encuentro en austeridad... la más abosoluta y franciscana. Para que les cuento el regalo de día de la madre: Mamá, me sacaron un parte en TU auto... Que bonito no??

Bueno, eso es pisco de otra piscola, como dice my friend Simona...

Por el momento me vuelvo a convertir en peatona, y para el próximo carrete donde mi instinto me diga no ir, le haré caso.

Por ahora me guardo... hasta el próximo carrete.